Altavoz original RUARK EPILOGUE II de 2 vías y 100 vatios, fabricado en el Reino Unido con un diseño elegante.

Altavoz original RUARK EPILOGUE II de 2 vías y 100 vatios, fabricado en el Reino Unido con un diseño elegante.

Funciona perfectamente, fabricado para el mercado del Reino Unido.

Altavoces de estantería Ruark Epilogue II

DESCRIPCIÓN

Respuesta de frecuencia: 55 Hz - 20 KHz +/- 3 dB (condiciones de espacio libre)

Impedancia nominal: 8 ohmios

Requisitos del amplificador: 20 - 100 vatios

Sensibilidad: 87dB/vatio a 1m

Dimensiones (alto x ancho x profundidad): 27 cm x 18,5 cm x 22,5 cm

Peso cada uno sin embalaje: 6Kg

Acabados de color: Centros en negro satinado con opción de laterales enchapados en cerezo natural, cerezo rojo, roble natural o roble negro.

Tipo de sistema 2 vías

Tipo de caja Bass-reflex

Respuesta de frecuencia ± 3dB 45 - 20000 Hz

Impedancia nominal 8 ohmios

Requisitos del amplificador 20 - 100 W

Sensibilidad (2,83 V/1 m) 87 dB

Tweeter de 19 mm (3/4 pulg.)

Woofer de 140 mm (5,5 pulg.)

Dimensiones (alto x ancho x profundidad) 272 x 185 x 220 mm / 10,71 x 7,28 x 8,66 pulgadas.

Peso 5 kg / 11 libras.

Cualquier producto de la compañía británica Ruark puede ser un referente en calidad de construcción en la industria acústica moderna. Por lo tanto, al abrir la caja del Epilogue II, nos preparamos mentalmente para el hecho de que ahora nos encontraremos con dos obras maestras.

Y así sucedió. Son pequeños, elegantes y de altísima calidad. Tienen un panel frontal negro con una hermosa textura. ¿Son de madera las paredes laterales? Aparentemente sí, pero en realidad son de MDF de 18 mm. Una hermosa "medalla" del certificado de la marca está impresa en el panel trasero, y si no fuera por la modesta pegatina de papel adjunta que dice "Hecho a mano en Inglaterra", esta brillante insignia parecería frívola. ¡Pues bien, no es la cadena de montaje la que produce estos "Epílogos"!

El sistema cuenta con tweeters de 19 mm con cúpula impregnada en seda. El woofer de 140 mm tiene un difusor de papel impregnado. El perfil dinámico está especialmente optimizado, con suspensión de butilo y una cesta de polímero de alto impacto con un potente sistema magnético.

El fabricante no proporciona información sobre la estructura interna del dispositivo. Por lo tanto, solo podemos decir que, a pesar de su pequeño tamaño, estos sistemas de altavoces se distinguen por su elevado peso (6 kg cada uno), están disponibles en cuatro acabados y cuentan con dos pares de terminales.

El Passport Epilogue II no tiene alta sensibilidad, pero subjetivamente es suficiente. Estos altavoces pueden sonar con dinamismo y libertad; se añade algo de agresividad a niveles altos, pero sin distorsión. Los graves son punzantes y secos, pero a partir de frecuencias moderadamente bajas son suaves; no hay protuberancias en el bass reflex, aunque estos sistemas no pertenecen a la clase de construcción cerrada. Y aunque necesitan un poco de base en las frecuencias graves, es fácil distinguir los diferentes instrumentos graves en la paleta sonora. La configuración es similar a la de los modelos muy caros.

No me gustó que la falta de "carne" se transfiriera también a los medios graves; las voces no son tan vivas y con cuerpo como en otros sistemas. Por ello, el sonido resulta un poco más ligero de lo habitual. Sin embargo, la precisión y la claridad de la reproducción compensan todas las desventajas. Los medios son inusualmente claros, lineales y detallados. Los agudos son precisos, estrictos e increíblemente rápidos.

La escena sonora también es buena: compacta, pero con una distribución precisa, con profundidad y altura. El sonido no se adhiere a los altavoces. El ataque es brillante.

Ruark Epilogue II, a partir de cierto punto, responde con sensibilidad al acercarse a las paredes. Si se colocan a menos de 30 cm, la escena pierde profundidad, pero el contenido informativo de la reproducción no disminuye: los graves son más intensos. Se dice de estos sistemas de altavoces: "¡Sácalos, colócalos y disfruta!". La instalación es sencilla y fácil. Su instalación en racks de buena calidad y bastante altos, lejos de las paredes, con bajos estéreo no muy amplios y, por supuesto, con un subwoofer potente y rápido integrado (los de teatro no encajan; no son musicales), es ideal. En esta variante, se adaptan a cualquier género, y en su forma pura tienden a la música clásica y al jazz acústico.